jueves, 18 de febrero de 2010

La Siesta


Luego del almuerzo, si es que no almuerzo arriba de una camioneta con el celular al lado y una lista interminable, me gusta pensar. Alex esta en la computadora, se que no va a sonar el timbre, los perros están llenos y desparramados por los sillones, es un buen momento.
Lo bueno de pensar es que puedo parecer un zombi por unos minutos pero siempre me da algo que hacer. Se prende una alarma en mi cabeza que me hace saltar hacia un libro, la maquina de coser, la cocina, el Ilustrator, la espalda de Alex, la vereda.

Hoy pensar me llevo a fijarme en los 3 kilos y medio de higos que vinieron de la huerta de Rosendo. Los trajo ayer en la tarde y aunque yo sabia que debía hacer algo con ellos, suelo olvidarme de las cosas si no me tomo un momento de zombi frente a la mesa ratona.
Así que acá estoy, entre la computadora y el almíbar, tratando de rescatar de mi memoria una receta pasada por celular por un hombre que transpira mientras prepara el almuerzo para la jauría, el que mejor cocina en mi familia. El también ha sido responsable de los 30 frascos de salsa de tomate en conserva que preparemos con Alex, un día nublado y agotador, una actividad para hacer una vez al año. Aunque al paso que vamos entre los frascos regalados y consumimos presiento que se viene otra tanda pronto.

Pienso que tener una huerta ha sido pretexto para muchas otras cosas. Nuevos amigos, nuevos temas, nuevas ganas de escribir, nuevas obsesiones.
Hace unos días por teléfono, alguien me dijo que le estaba dando sentido a mi vida... no se, al principio me sentí ofendida. No me sonó nada bien esa afirmación. Es difícil saber lo que proyectamos a los demás. Que vio el antes en mi que le dio a pensar que mi vida no tenia un sentido? La huerta puede ser responsable de algo tan bueno como eso?
Creo que ya tengo en que pensar la próxima siesta.


Los higos de Rosendo.


5 comentarios:

Otiñar dijo...

Hola Carola, quien te dijo que tu huerto le estaba dando sentido a tu vida probablemnte no era consciente de tu potencial como hortelana, y simplemente al descubrirlo te cambió de sitio en su esquema mental, como quien recupera un buen libro de un cajón y lo coloca en una estantaría a la mano. La posición de una persona con respecto a los demás, casi siempe está en la prercepción de quién te observa y pocas veces en las cualidades de uno mismo. Uff, ya me he puesto en plan filosófico, pero al leer esta entrada me he sendido muy identificado con tus palabras.

Un saludo.

Carola dijo...

Carlos, me encanta tu faceta filosofal! que buena reflexión.
Debe se la huerta entonces, que nos hace a todos un poquito mejores. :)

abrazos fuertes!

Carola

Aurora dijo...

Hola nena, que lindo ritmo tomó este blog! Hace tiempo no lo chusmeaba y me encanta leer tantas nuevas experiencias.
Comparto con Otiñar cuando dice que la posición de una persona con respecto a otra está casi siempre en la prercepción de quién observa y pocas veces en las cualidades del observado.
No sé en que posición está la persona que te dijo eso, pero yo pienso que la huerta le dio un NUEVO sentido a tu vida, que no es el único sentido que tu vida tiene ni es el mejor o el peor. Simplemente te enriqueció más al igual que otras cosas que hacés pero de una manera distinta y especial.
Te felicito a vos y a Alex por la huerta que está cada día más linda.

Besos,
Sofi.

Carola dijo...

Gracias amiga!!!!!!
Soy una boba, quedé de llamarte hace mil años! ya debes estar en tu casita nueva. Bueno se viene la innaguración :)

besos!

Abuela Creativa dijo...

Aquello de unir lo útil a lo agradable. Creo que esto es lo que tiene este blog. Y algo más que no logro definir. Tal vez la presencia del felino. Y conste que escribo esto en mi net, en la cama compartida con Jaén y Cosita linda, mis mininos. Tal vez sea algún elfo doméstico que asomó entre los tomates.Gracias por los buenos consejos. Ese de las cáscaras de huevos contra caracoles parece bueno.